(Photo: latinovations.com)
Ya nos regalaron flores, una manualidad hecha en la escuela y quizá nos llevaron a tomar un helado. El Día de las Madres ya pasó y ahora habrá que esperar todo un año para que los niños nos vuelvan a hacer sentir especiales…¿o me equivoco?
Me encanta recibir detalles de mis hijos. Nada alegra tanto como un detalle cuando viene del corazón. Pero quiero algo más. Algo más duradero. Quiero señales de que estoy haciendo bien mi labor de madre para que crezcan sanos, sean honestos y desarrollen su potencial intelectual. Como todo en la vida, no me va a caer del cielo. Me lo tengo ganar día a día. ¿Cómo? Quisiera compartirles algunas reflexiones acerca de lo que quiero como madre y cómo lo voy a lograr.
- “Quiero que mis hijos crezcan sanos y fuertes.” No hay garantías en esta vida, pero si les doy a mis hijos alimentos naturales y los llevo a hacer ejercicio ya vamos de gane. Actualmente existe mucha confusión acerca de lo que son los alimentos sanos y naturales. La televisión y los supermercados nos inundan con productos que parecen sanos y divertidos, pero que en realidad engordan a nuestros hijos y a la larga, los enferman. ¿Cómo distinguimos la comida sana? Muy fácil: Viene directamente de un árbol (como la fruta), de la tierra (como las verduras) de un animal (como un pollo entero). No proviene de latas, no está congelada, no se compra en establecimientos de comida rápida. Las botanas, los postres y los refrescos son para una ocasión especial y no parte de nuestra dieta diaria. En pocas palabras, lo que la Abuela hubiera reconocido como alimentos de verdad.
- “Quiero que mis hijos sean respetuosos, agradecidos y se porten bien.” Todas batallamos con esto, sobre todo ahora cuando el respeto hacia los mayores se ha perdido. Y se ha perdido en gran medida porque nosotras mismas no nos creemos nuestro papel. Queremos ser más amigas que madres. Lo cierto es que los niños necesitan guías, adultos que los preparen para el futuro, que les enseñen los valores, hábitos y habilidades para que salgan al mundo y establezcan buenas relaciones con sus familiares, compañeros de clase, vecinos y más adelante, se desarrollen laboralmente y establezcan buenas relaciones de pareja. Así, insistir en que den las gracias, miren a los ojos cuando hablan con otras personas, ayuden en casa, se laven los dientes, se dirijan a nosotras de manera respetuosa, hagan la tarea y tiendan su cama no es coartar la libertad del niño. Al contrario. Es darle las herramientas para que el o ella se sientan satisfechos consigo mismos y sean más felices, independientes y libres.
- “Quiero que mis hijos se saquen buenas calificaciones.” Diles que todo se puede lograr en esta vida si se esfuerzan. Ser inteligente es una habilidad importante para la vida. Pero más lo es la perseverancia, trabajar duro, esforzarse. Dile a tu hijo que sabes que bien pronto va a aprender a leer porque lee todas las noches antes de dormir. Dile que va a ser súper buena para las matemáticas si repasa las tablas de multiplicar todos los días. Cuando puedas, siéntate a acompañarlo al hacer la tarea. Si ve que para ti es importante, también lo va a hacer para el o ella. No le digas que es muy inteligente. Dile que es muy trabajador y verás cómo se esfuerza y sale adelante. ¡Y apaga la televisión! Un programa después de haber hecho un gran esfuerzo durante el día es más que suficiente.
Quiero que este sea mi regalo para los otros 364 días del año. Requiere de mucho esfuerzo y tropezones, pero vale la pena.
Crayons Make Rainbows 